- La cueva de Adán, ¿capilla eucarística?

                                  

En las excavaciones realizadas en el Calvario (elevación de unos metros de roca situada en el interior del complejo del Santo Sepulcro de Jerusalén), apareció esta cueva-gruta en la parte baja del mismo lugar. Se supone pudo ser un lugar de oración de los judeo-cristianos en los primeros tiempos.

El gran misterio de “la Cueva de Adán”

En el monte Calvario de Jerusalén está la "Cueva de Adán", una cueva que durante siglos ha escondido un secreto íntimamente relacionado con la Eucaristía. Y ello a pocos metros de la cima del Calvario,en la base misma del monte Calvario, lugar de la muerte redentora de Cristo. Los expertos consideran que poco después de la muerte de Jesús, en dicha cueva tenia lugar una  celebración de estructura similar a la misa actual, y con plena conciencia de la presencia de Jesús en el pan consagrado. Tanto, como para celebrar “la fracción del pan” de la que hablan los Hechos de los Apóstoles…

Tradición del siglo I confirmada en el siglo XX

La arqueología y la historiografía “atestiguan que, desde los primeros años, la comunidad de Jerusalén [los apóstoles junto a la Virgen] se celebró y transmitió el memorial de la Cena del Señor, junto a la proclamación del Evangelio”, explica José Antonio Moreno, sacerdote experto en Tierra Santa.

“A unos metros de la cima del Calvario, se abre una gruta que ha pasado desapercibida durante siglos, conocida como Cueva de Adán”, explica Moreno. “La tradición anterior al año 70 dC. hablaba de ella, pero con los siglos se tomó por una metáfora. Los trabajos arqueológicos la descubrieron en el siglo XX y demostraron que fue embellecida en la primera mitad del siglo I con una losa de 80 cm al fondo, a modo de altar”, destaca.

Los textos apócrifos de “El combate de Adán La Cueva de los Tesoros” narran que en aquella Cueva de Adán, el sacerdote Melquisedec -arquetipo de todos los sacerdotes- ofrecía “pan blanco y bebida del fruto de la vid”, y describen la cueva tal y como fue descubierta en el siglo XX : puerta al Este, tres bancadas de piedra recorriendo las paredes…

¿Quién podría tener interés en embellecer esa cueva? ¿Quién necesitaba una piedra elevada del suelo un metro? ¿Quién ofrecía pan y vino?”, se pregun­ta retóricamente José Antonio Moreno. Y remata: “Tras el relato de la institución de la Eucaristía, dice san Pablo: “Cada vez que coméis de este pan y bebéis de este cáliz, proclamáis la muerte del Señor hasta que vuelva”. ¿Qué lugar más idóneo para esta proclamación que la roca donde entregó su vida el Redentor?”.

La Cueva de Adán, lugar de culto

La cueva o tumba de Adán, se encontraba a unos 4.5 metros del vértice de la roca del Calvario. Esta cueva es de origen muy antiguo, se remonta a la Edad del Hierro y era conocida en tiempos de Cristo, como lo demuestran los evangelios apócrifos que la describen. Está actualmente reforzada con un muro para evitar su derrumbe, ya que la grieta del terremoto pasa por ella y, además, por encima corre el muro de la iglesia de la Crucifixión.

La cueva tenía carácter religioso, pues se ha encontrado en ella un ara de piedra empotrada en la pared, según las excavaciones de Díez Fernández, y hace sugerir que debía de tener culto religioso por las primeras comunidades cristianas, sobre todo para celebrar la muerte y Resurrección de Cristo. Tendrían acceso a ella un reducidísimo numero de cristianos, pues es muy pequeña. Esta sería otra evidencia de la autenticidad del Calvario.

La roca del Calvario de Jerusalén

La roca del Calvario medía 13 metros de altura y las murallas más las almenas de Jerusalén tenían solo 11 metros de altura. Jesús debió de ser crucificado mirando hacia Jerusalén.

                        Explicación números: 2=Calvario, 3=Cueva de Adán, 1= Sepulcro de Jesús

Desde la ciudad sus habitantes se topaban con la roca al salir de ella por la puerta de Efraín, lo que sería determinante para elegirla como lugar de ejecuciones. Al estar en posición más alta que la muralla, vería el interior de toda la ciudad y sobre todo a sus gentes. También éstos podrían ver al Crucificado.

 “Calvario” es una palabra latina que viene del arameo “gulgolta” (Gólgota) que significa calavera, calva, cabeza. Los cuatro evangelistas lo designan como el lugar de la crucifixión de Jesús con el término griego «topos kraniou» o «kranion» (cráneo). Esta denominación se debe al aspecto del sitio, una antigua cantera rocosa abandonada con la forma topográfica de colina, calavera o calva. 

Era un lugar utilizado para la crucifixión de los reos y también para el enterramiento, ya que se utilizaba las canteras abandonadas para excavar tumbas en las rocas. El Calvario estaba extramuros de la ciudad de Jerusalén, aunque cerca de ella y a orillas de un camino muy frecuentado. El nombre se pensaba que hacia referencia al lugar de ejecución de los condenados y una vieja tradición lo relacionaba con el cráneo de Adán. Según esta antigua tradición Adán, padre del género humano, fue enterrado en la gruta de los tesoros, que estaba al este del Gólgota, bajo el lugar donde debía morir el segundo Adán, Cristo.

¿Cómo sería el Calvario en tiempos de Jesucristo?

La forma de la roca en sus últimos 6 metros desde la cueva de Adán no ha variado desde entonces, porque siempre estuvo su superficie protegida por las excavaciones en torno a la roca. Lo que se ignora es cómo sería su base, los metros que están todavía sepultados de escombro, pues se transformó al ser excavada a su alrededor como una cantera, quedando la roca tallada por sus cuatro lados, lo que le da aspecto de un monolito gigante. 

                                El Calvario en la maqueta de la Jerusalén del año 70. Museo de Israel
Quizás la roca emergiera en la ladera de la colina de El-Gareb. La altura a la que asomaría debería ser sobre una elevación del terreno de unos 10 metros de altura. La base de tierra que va a la ciudad, justo por delante de la cueva, podría tener una superficie aplanada como una terraza, cayendo luego en pendiente pronunciada hacia las inmediaciones de la muralla. Esto pudiera ser así, porque el Evangelio dice que había debajo de la Cruz gente que le insultaba y blasfemaba. Por tanto tendría que haber un espacio plano cercando la roca de la crucifixión con capacidad suficiente para que pudieran estar un grupo amplio de personas".

                                     La parte superior de la roca del Calvario en la actualidadAdemás hay que conocer que una grieta causada por un terremoto en el año 33 (muerte de Cristo) fue reparada con una cerámica que dejó de fabricarse en torno al año 70, aunque la remodelación del terreno y los trabajos de una cantera aledaña hicieron imposible su acceso quizás incluso desde el año 42.
El motivo de esas remodelaciones es que el Calvario formaba parte de la cantera exterior de Jerusalén, de la cual se extraía piedra para las construcciones romanas. Esas excavaciones fueron horadando la zona hasta rebajar el nivel del suelo y dejar al Calvario (Gólgota, en hebreo), como un montículo de piedra roturada cuyas oquedades le daban el aspecto de una calavera (de ahí el nombre latino de Calvario).

  El montículo que quedó en pie era, sin embargo, de piedra de mala calidad y, al estar a las afueras y junto a la llamada fortaleza Antonia, cuartel general de la guarnición romana, se utilizaba para las crucifixiones. De ese modo, “la piedra que desecharon los arquitectos ” se convertiría “en la piedra angular ” de la historia de la salvación, como el propio Jesús había profetizado con esas palabras de la Sagrada Escritura, cuando explicó a los sumos sacerdotes y a los ancianos la parábola de los viñadores homicidas.

Estudios recientes realizados en el Calvario

El Calvario y la cueva de Adán es la obra que culmina muchos años de excavación y callado estudio del profesor Dr. Florentino Díez Fernández en torno al lugar de la crucifixión de Jesús. El autor pasa revista en las primeras páginas a casi dos siglos de investigación sobre el Calvario y el Santo Sepulcro. Recuerda, seguidamente, los testimonios de la Tradición, que van desde la muerte de Jesús a la construcción de la basílica de Constantino. Se adentra, luego, en la descripción minuciosa de cada uno de los sectores de las áreas de su excavación, reservando dos capítulos singularísimos a la cueva que se hunde en la roca del Gólgota unos metros por debajo de la cúspide, y a su mención en los libros apócrifos de los primeros siglos de la era cristiana. Y trata, por último, de la cerámica, la numismática y los restos óseos, con sus correspondientes láminas y fotografías. Las casi cuatrocientas páginas de la rigurosa investigación de D. Florentino Díez Fernández avalan sus conclusiones. 

La roca resquebrajada del Calvario es realmente el lugar histórico de la crucifixión de Jesús. No fue cantera explotada en los siglos VIII-VII a. C. ni vertedero de la ciudad. La cueva albergó culto cristiano en el primer siglo. En el lugar se levantó un templo de Venus a mediados del siglo II y en esa misma centuria sufrió los efectos de la cantera que la recortó hasta reducirla al monolito actual.

A pesar de las interpretaciones que tratan de minusvalorar la presencia real de Jesús en la Eucaristía como una cristianización de cultos paganos o un añadido posterior, la arqueología y la historiografía “atestiguan que, desde los primeros años, la comunidad de Jerusalén [los apóstoles junto a la Virgen] celebró y transmitió el memorial de la Cena del Señor, junto a la proclamación del Evangelio”, explica José

Antonio Moreno, sacerdote experto en Tierra Santa.

*Otros escritos referentes al Calvario de Jerusalén:

http://nuevosdescubrimientosents.blogspot.com/2019/07/el-calvario-la-roca-y-el-agujero-dela.html

 

http://nuevosdescubrimientosents.blogspot.com/2020/08/la-capilla-de-adan-debajo-del-calvario.html