- La Sinagoga de Magdala



Magdala (arameo: Magdala, hebreo: Migdal, "Torre") era una ciudad en la costa oeste del Mar de la Galilea localizada a 30 estadios (5.5.kms) al norte de Tiberíades, según el historiador judeo-romano Flavio Josefo, a quien denomina esa ciudad como Tarichaea. En el Talmud Babilónico es conocida como Magdala Nunya (que en arameo significa "Torre de Pescados").



La fundación de Magdala, a mediados del siglo s. II aC, coincide con la conquista de la Galilea por el rey Asmoneo Alexander Janeo. Las construcciones portuarias incluían una gran torre que tal vez le haya dado origen al nombre de la ciudad Magdala: Torre. El puerto, en su mayor apogeo, tenía en total casi 700 metros de muelles.



Tanto el nombre en arameo, Magdala Nunya como en griego Tarichaea, suponen que la actividad relacionada a la salazón de pescado fuese muy importante en la economía de la ciudad. En una calle excavada fueron halladas evidencias de esta industria y de la producción de garum, una salsa de pescado considerada una exquisitez de la antigüedad. Allí fueron descubiertas también cuatro piscinas para baños rituales de inmersión ("miqvaot").

La ciudad fue abandonada cerca del 70 dC, coincidiendo así con la revuelta de los judíos contra Roma. Flavio Josefo describe varios episodios de esta guerra que sucedieron en Tarichaea donde los romanos realizaron una tremenda masacre.



Magdala es principalmente conocida por ser considerada el lugar de nacimiento de una de las figuras centrales de los evangelios: María Magdalena.

No hay evidencias arqueológicas de que Jesús haya visitado Magdala, pero es casi seguro que lo hizo. Mateo 9:35 nos dice que “Jesús recorrió todas las ciudades y pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando las buenas nuevas del reino y sanando todas las enfermedades y dolencias”.



Justamente los restos de una sinagoga de la época romana fueron descubiertos en 2009, durante las excavaciones realizadas por la Autoridad de Antigüedades de Israel.



Es la sinagoga más antigua excavada en Galilea y posee una estructura de tipo basilical con seis columnas que sostenían su techo. Una plataforma elevada recubierta con mosaicos rodeaba la sala principal y las paredes del salón principal de 120 m2 estaban pintadas con frescos de color rojo oscuro, amarillo mostaza y azul y se pueden ver aun en su lugar.



Según los arqueólogos, entre ellos, la Dra. Marcela Zapata-Meza de la Universidad Anahuac, la sinagoga tuvo tres fases de desarrollo:

1. La construcción del edificio comenzaría a mediados del siglo I aC. Es probable que su primer uso no fuera de carácter religioso.



2. En una segunda fase, el edificio fue renovado. Entonces pudo haber comenzado a usarse como Beit Knesset: Casa de la Asamblea o Sinagoga. Se encontró bajo la tierra una moneda del año 29 dC, acuñada en Tiberíades, por lo que esta etapa debe comenzar después de ese año.



3. La última fase no fue completada, como lo demuestra el mosaico nunca acabado. Una moneda del año 43 dC. excavada bajo el suelo apisonado muestra que estaba siendo preparado para recubrirlo con un mosaico. En cuanto a su final, el trabajo fue interrumpido durante la revuelta judía contra Roma alrededor del 67 dC.

La "Piedra de Magdala"

En el centro de la sinagoga se encontró un gran bloque de piedra, cubierto con elementos decorativos y simbólicos en todos sus lados. El bloque descansa sobre cuatro patas cortas y en el frente tiene una representación que incluye el candelabro de siete brazos (Menorá), flanqueado por dos ánforas. Se cree que esta representación de la Menorá podría haber sido la representación real de un artista que vio en persona ese objeto sagrado en el propio Templo de Jerusalén.



En los dos lados de la piedra hay representaciones de las arcadas del atrio del Templo y en la parte trasera de la piedra, dos objetos circulares representan ruedas de seis radios con pequeños triángulos en la parte inferior que simbolizan esquemáticamente llamas de fuego. 



Esta podría ser una representación del carro divino mencionado por Daniel (Dan 7: 9), así como la visión del carro divino del profeta Eliseo (2 Reyes 2:11). El símbolo fascinante que domina el centro de la parte superior de la Piedra Magdala es una de roseta de seis pétalos que simbolizaría el velo real frente al Lugar Santísimo del Templo. 

Josefo describe este velo como decorado con flores, quizás con el mismo rosetón. De acuerdo al Evangelio de Mateo, este velo se rasgó al final de la crucifixión (Mateo 27:51).

La sinagoga de Magdala, punto de encuentro entre el judaísmo y el cristianismo.



La sinagoga de Magdala es actualmente la más antigua descubierta en Galilea y una de siete sinagogas del siglo primero descubiertas en todo Israel; desde la sinagoga de Magdala, el padre Juan Solana resaltó la importancia de este lugar histórico como punto de encuentro entre el judaísmo y el cristianismo.



En el canal de YouTube en su programa “La voz de Tierra Santa“, el padre Juan Solana recorrió la historia en común que representa la sinagoga de Magdala entre el judaísmo el cristianismo: “Este lugar que no era precisamente o exclusivamente un lugar de oración, si no que era una especie de palacio municipal, si me permiten la expresión, era un lugar donde la gente se reunía a discutir leyes, asuntos  de la vida de la ciudad del pueblo, a tomar decisiones a discutir, a hacer juicios también y los sábados como hace el judaísmo hasta el día de hoy, se reunían y leían la Ley de Dios, la Torá y la comentaban y la enseñaban”, destacó.



El religioso también hizo énfasis en que el cristianismo comparte con el judaísmo sus valores más esenciales e invitó a reflexionar en las coincidencias más que en las diferencias y sobre todo a terminar con los prejuicios. “Apreciar al judaísmo, ya debemos acabar con ese prejuicio anti judíos que no nos lleva a ningún lado, según el cual seríamos como enemigos de los judíos, no, no somos enemigos. El pueblo judío y el pueblo cristiano en cuanto a nuestra matriz religiosa venimos todos del mismo lugar, creemos todos en el mismo Dios y por eso tenemos y compartimos fundamentalmente los mismos valores”, comentó Solana.



El padre Solana también consideró que el cristianismo debe recuperar la actitud de fraternidad con el judaísmo y otras religiones, sobre todo en estos tiempos de dificultad, tomando como base las enseñanzas de la biblia. “Tenemos que recuperarla,  es la palabra de Dios, desde el  Génesis la creación pasando por los profetas, los jueces, las crónicas, el Deuteronomio, es la palabra de Dios, es la mismísima palabra de Dios y también espero que nos ayude a abrir nuestros brazos a una actitud más interreligiosa, en este  momento vamos todos en la misma barca, el mundo se ha achicado, vivimos todos juntos, el mundo se achicó, el mundo  con al comunicación, nos hemos vuelto todos un mismo pueblo, ojalá que está  matriz religiosa del cristianismo que es el judaísmo, nos ayude a todos a estrechar lazos de amistad de comprensión  de cercanía hacía todas las religiones”, destacó.


Magdala fue claramente una ciudad influyente y próspera en su época, como lo demuestran los edificios elaboradamente decorados que se han encontrado aquí. Varios edificios identificados como mansiones, muy probablemente las casas de los ricos comerciantes de Magdala, están ubicados a lo largo de una calle al sur de la sinagoga. Estas mansiones fueron pavimentadas con coloridos e intrincados pisos de mosaico, que aún se pueden ver hoy.

Otra característica impresionante de la ciudad son los cuatro mikvaot (baños rituales) que son los primeros descubiertos en el país en utilizar agua corriente subterránea. La sofisticada fontanería de estas mikvaot es una prueba más de que Magdala estuvo a la vanguardia del comercio y la cultura regionales en el primer siglo. Más impresionante es el hecho de que todavía están funcionando hoy.

Junto a dos de las miqva´ot hay una sala de mosaicos con un patrón similar al mosaico de la sinagoga.

Finalmente el padre invitó a considerar que el cristianismo tiene como base al judaísmo, sus principios compartidos deben ser rescatados y que no debe considerarse algún rompimiento o separación entre ambas religiones.

“No hay  una fractura un rompimiento, sino todo lo contrario, hay una continuidad perfecta entre el antiguo testamento y  el nuevo testamento, tanto así que al principio del cristianismo se decía Iglesia ex sinagoga, es decir la iglesia salió de la sinagoga porque el fundamento del cristianismo es el judaísmo, nosotros creemos en el mismo Dios verdadero, creador del cielo y la tierra, nosotros creemos que él nos dio los mandamientos, nosotros rezamos los salmos, nosotros leemos en la misa el antiguo testamento, el nuevo testamento, es una unidad”, concluyó.

**Ver el video del P. Juan Sola sobre la sinagoga de Magdala: (5 minutos).

 Desde la sinagoga de Magdala, el padre Juan Solana nos cuenta qué historias albergan las sinagogas, lugar donde se escucharon de primera fuente las enseñanzas de Jesús.

https://www.youtube.com/watch?v=Jmfqw1lrkNU&feature=emb_logo