- La estela de Meshá, rey de Moab

1- Moab y los moabaitas: Los moabitas son descendientes de Lot, el sobrino de Abraham, de modo que eran parientes de los hebreos. En un tiempo no muy bien conocido a nosotros ellos consiguieron posesión de su paí­s por vencer una raza gigante llamada “el emim” (Deuteronomio 2,8-11). Después de este relato de los moabitas muy poco se sabe de su origen hasta el tiempo de éxodo, excepto que su paí­s parece haber sido invadido por los amorreos, cuyo rey Sehón conquistó la parte norteña de Moab (Números 21,21-31).

Moab es un pueblo del grupo abrahámico, habitante en el Este del Mar muerto y con frontera natural en los desierto de la Arabia actual. Ocupaba una extensión de unos 100 kms. de norte a sur y unos 40 de ancho y con tierra medianamente fecundas. El territorio histórico está cruzado por el rí­o Arnón (hoy Seil-el-Mogrib).

Las relaciones con los israelitas no fueron buenas, a juzgar por el origen incestuoso que el Génesis les atribuye (Gn.19.30-37). Sin embargo el libro de Ruth hace emparentar a la monarquí­a daví­dica, la predilecta de Israel y que seria la originante del Mesí­as, con una ascendiente moabita (Ruth 1), desposada con Booz, ascendiente de David y del Mesí­as.

-El dios principal de los moabitas era Quemos, a quien se menciona frecuentemente en el Antiguo Testamento. Era el dios nacional para ellos, así­ como Moloc lo fue para los amonitas, y parece haber sido adorado por medio de sacrificios humanos (2 Reyes 3,27). Su idolátrica adoración estaba muy corrompida y las muchas veces que se la combinó con Baal, hizo claro el que como otras naciones, ellos también tuvieron sus baales.
-El relato bíblico del origen de Moab: Génesis 19,30-38: ..."dijo la hija de Lot yo me acosté con mi padre. Hagamos que beba vino esta noche también, y entonces entra tú y acuéstate con él, para preservar nuestra familia por medio de nuestro padre». De manera que también aquella noche hicieron que su padre bebiera vino, y la menor se levantó y se acostó con él, y él no supo cuando ella se acostó ni cuando se levantó. Así las dos hijas de Lot concibieron de su padre. Y la mayor dio a luz un hijo, y lo llamó Moab. Él es el padre de los moabitas hasta hoy.  En cuanto a la menor, también ella dio a luz un hijo, y lo llamó Ben-Ammi. Él es el padre de los amonitas hasta hoy."

 

Cuando los israelitas llegaron a la frontera sur de Moab, pidieron permiso para cruzar el paí­s, pero se les negó (Jue 11,17). Como los edomitas, los moabitas y los amonitas estaban emparentados con los israelitas, no se le permitió a Moisés atacarlos o tomar partes de sus paí­ses (Deut 2,4, 5, 9, 18, 19). Sin embargo, Balac, el rey de Moab, se alarmó cuando los israelitas conquistaron el territorio del rey Sihón, con lo que llegaron a ser sus vecinos del norte. Temiendo no poder enfrentarlos con éxito por las armas, alquiló a Balaam con la esperanza de debilitar a los hebreos mediante maldiciones.

El rey Balac de Moab quiso conseguir que Balaam maldijera a Israel, (Números 22-24). Pero Balaam, inspirado por Dios, en lugar de maldecir, bendijo a Israel.

El rey Ajab ( de origen moabita) y la cruel reina Jezabel. El Rey Mesha fue sucesor de Ajab

Más tarde, por consejo de Balaam, los moabitas sedujeron a los israelitas a participar de la licencia sexual y la idolatrí­a (Num_22-25). Por esta causa, fueron excluidos de la congregación de Israel hasta la 10ª generación, e Israel recibió la orden de mantenerse apartados de ellos (Deu 23,3-6; Neh 13,1,2). 

2- La estela de piedra de Meshá, rey de Moab, es a la vez uno de los documentos auténticos más fascinantes de la época bíblica.


La estela de Mesha (popularizada en el siglo XIX como la "Piedra Moabita") es una piedra de basalto negro, que muestra una inscripción de Mesha, rey moabita del siglo IX aC., la cual fue descubierta en 1868. La inscripción de 34 líneas, la más extensa recuperada del antiguo Moab, fue escrita en alfabeto paleo-hebreo. Fue erigida por el rey Mesha, alrededor de 850 aC., como un registro y recuerdo de sus victorias en su revuelta contra el Reino de Israel, que emprendió tras la muerte el rey Ajab.


La historia bíblica cobra vida.

El texto resulto ser el relato de un rey moabita sobre una batalla también descrita en la Biblia. Por primera vez en la historia aparecía una confirmación escrita, grabada en piedra, de un relato bíblico. Había dos fuentes distintas que se referían a un mismo hecho. El rey Meshá de Moab erigió la Estela Moabita en honor de su dios Kemós para conmemorar la ocasión en que Mesá se libró de la dominación de Israel, la cual había durado 40 años y había sido permitida por Kemós debido a que estaba “enojado contra su tierra”. Esa revuelta de Moab se relaciona con los sucesos que se narran en el tercer capítulo del segundo Libro de los Reyes.


En la estela, Meshá se jacta de ser muy religioso, de haber construido ciudades, de haber hecho una carretera y de haber obtenido una victoria sobre Israel. Da todo el crédito de esto a su dios Kemós. Como sería de esperarse, la derrota de Meshá y el sacrificio de su propio hijo —que se informan en la Biblia— se omiten en esta inscripción en que Meshá se glorifica a sí mismo.

Muchos lugares que Meshá dice que capturó se mencionan en la Biblia, entre ellos: Atarot y Nebo (Números 32,34, 38); el Arnón, Aroer, Medebá y Dibón (Josué 13,9); Bamot-baal, Bet-baal-meón, Jáhaz y Quiryataim (Josué 13,17-19); Bézer (Josué 20:8), Horonaim (Isaías 15,5); Bet-diblataim y Queriyot (Jeremías 48,22, 24). Así confirma la historicidad de esos lugares.

Con todo, es excepcional que Meshá haya usado el Tetragrámaton, YHWH, el nombre del Dios de Israel, en la línea 18 de la inscripción. Este puede verse en la fotografía adjunta de la Estela Moabita. Consiste en el Tetragrámaton, a la derecha del documento, en la línea 18. En ella Meshá presenta estos alardes: “Tomé de allí [de Nebo] los [vasos] de Yahveh, y los arrastré ante Kemós”. Fuera de la Biblia, este era el registro más antiguo del uso del nombre divino hasta el momento.

Análisis de la estela

La piedra tiene 124 cm de alto y 79 cm de ancho y 36 cm de espesor; es redondeada por arriba. Fue descubierta en el antiguo Dibon hoy DhibanJordania, en agosto de 1868, por F.A. Klein, un misionero alemán en Jerusalén.

La inscripción de 34 líneas, la más extensa recuperada del antiguo Moab, fue escrita en alfabeto paleo-hebreo. Fue erigida por el rey Mesha, alrededor de 850 aC., como un registro y recuerdo de sus victorias en su revuelta contra el Reino de Israel, que emprendió tras la muerte el rey Ajab.

El significado de la estela

Moab, reino vecino a Israel, le era tributario desde los tiempos de David. Hacia el 845 aC. reinaba en Moab el rey Mesa, conocido en la Biblia como noqed, pastor de ovejas, utilizado como título honorífico en la literatura ugarítica.

-Siendo Omrí rey de Israel, Moab pagaba un gran tributo. En 2 Reyes 3,4 se eleva a la cantidad de 100 mil carneros y otros tantos corderos con su lana; lo que parece una cifra exagerada. La estela pone de manifiesto que durante todo el reinado de Omrí, rey de Israel, Moab estuvo sometido a Israel. La revuelta comenzó a mediados del reinado de su hijo, que sería Ajab; mientras que según la Biblia es a la muerte de este rey cuando Mesa se subleva (1 Reyes 1,1; 3,5).

-También hay diferencia en la cantidad de años que duró la opresión. Según la estela fueron 40, mientras que, sumando los años de Omrí (12), según 1 Reyes 16,23) y la mitad de Ajab (11), según 1 Reyes 16,29, éste reinó 22 años, no se pasa de 23 años. Para coordinar ambos datos habría que traducir en la octava línea de la estela «nieto» en lugar de «hijo». Esta traducción está respaldada al menos por el uso bíblico (Gen 29,5; 2 Reyes 8,18.26). Así, los 40 años de opresión israelita corresponderían a los 12 de Omrí, los 22 de Ajab, el año corto de Ocozías (2 Reyes 1) y los 6 de la mitad del reinado de Joram (2 Reyes 3,1). Según la Biblia, a la sublevación de Mesa respondió Joram de Israel aliándose con Josafat de Judá y un desconocido rey de Edom.

-La primera parte de la estela responde a los resultados de la sublevación con gran probabilidad: Mesa se apoderó de Mádaba, Atarot y el monte Nebo, llegando hasta Yahaz, fortaleza de los reyes de Israel. Esta zona se encuentra al norte del río Arnón.

-La incursión de castigo atacó a Moab por el sur o retaguardia de Moab, sin duda, porque en el norte se habrían encontrado con las ciudades recién fortificadas y con la barrera natural del río Arnón. Costeando el Mar Muerto, los confederados avanzaron peligrosamente contra la capital del reino. En pleno desierto del Arabá, la necesidad de agua provocó la embajada de los tres reyes a Eliseo el cual ordenó cavar zanjas que una lluvia providencial llenó a la mañana siguiente. Aunque no son frecuentes, las tormentas, que se desencadenan en la profunda depresión del Gor, provocan grandes torrenteras hacia el Mar Muerto. El agua engañó a los moabitas que la creyeron sangre (cierta forma de espejismo) y a la vez levantó los ánimos de Israel que se lanzó a la conquista, devastando a su paso todos los recursos del enemigo.

-La destrucción de estas ciudades es indirectamente confirmada por la estela, que menciona Bet-Bamot y Bézer como poblaciones en ruinas y reconstruidas por Mesa. La preocupación por fortificar Qarhot, con la orden de construir aljibes o cisternas, demuestra que Mesa temía fundadamente una invasión o un largo asedio.

La estela ignora el infanticidio llevado a cabo por Mesa (2 Reyes 3,27). La Biblia, una vez demostrado el poder de Eliseo, alude a la retirada del ejército, sin más. Mesa proclama su victoria. La razón de la retirada bien pudo deberse al horror que causó el crimen ritual del rey moabita o mejor, quizá, a la noticia de una incursión siria que amenazaba directamente a Samaria.

-El rey Mesa consolidó todo este territorio, que agregó a Moab y realizó todas las obras que menciona la estela, con más probabilidad después de la revolución de Yehú, que acabó con la dinastía de Omrí y con el predominio israelí en toda esta zona. La estela de Mesa confirma los datos bíblicos, a la vez que nos ilustra sobre la parcialidad que todo relato histórico lleva aneja.