- El jardín arqueológico de Ramat Rachel

Situado muy por encima de la ciudad de Jerusalén está el sitio antiguo de Ramat Rachel, camino de la ciudad de Belén. Durante los últimos cincuenta años, muchos se han dado cuenta de que esta colina aparentemente natural contiene muchos secretos que solo la arqueología puede revelar. 
La excavación llevada a cabo en esta colina había descubierto la historia de un centro palaciego rodeado por un jardín y construido en la época de los reyes de Judá y durante el tiempo del regreso del exilio. Otra historia incrustada dentro de su suelo se relaciona con una comunidad judía que vivió aquí durante los días del Segundo Templo hasta su destrucción en la gran rebelión (alrededor de 70 EC). 
Y el sitio revela la historia de un monasterio cristiano y una iglesia construida a mitad de camino entre las dos ciudades santas de Jerusalén y Belén. Todas estas historias fueron olvidadas. Si no fuera por el trabajo de cientos de personas de todo el mundo que voluntariamente dieron su tiempo y dinero para desenterrar estas historias, nunca las hubiéramos sabido. Cuanta más evidencia material recuperamos, más nos damos cuenta de que aún hay muchos secretos que nos esperan. 
La temporada de excavación de 2009 en Ramat Rachel fue muy exitosa y contribuyó en gran medida a nuestra comprensión de la historia del sitio y la historia de la tierra. Sin embargo, algunas preguntas quedaron sin respuesta; por lo tanto, hemos decidido volver al sitio con el fin de hacer algunas nuevas excavaciones, por todo ello señalamos la importancia del lugar, ver estos dos puntos:
1-Períodos de ocupación del sitio: Período de hierro II, persa, regreso del exilio, reyes de Judá, Primero y Segundo Templo, helenístico, romano, bizantino, musulmán temprano
2-Real Ciudadela desde el tiempo de los reyes de Judá y magníficos jardines con sistema de agua; Centro administrativo del período persa; Villa romana y casa de baños de la décima legión; Iglesia y monasterio bizantinos; aldea con instalaciones agrícolas de los primeros períodos musulmanes.
El sitio de Ramat Rachel se encuentra en la parte occidental del Kibutz Ramat Rachel, en una colina (818 m sobre el nivel del mar), a medio camino entre la Ciudad de Jerusalén y Belén. Este sitio estuvo habitado desde el último siglo del reino de Judá (siglo VII aC) hasta el reinado musulmán temprano (siglo X dC).
Arqueólogos descubrieron polen de varias especies, entre ellas de “etrog” en el jardín de Ramat Rachel, ubicado en el kibutz Ramat Rachel, en Jerusalén. El jardín era parte de un palacio israelita, desde los tiempos del rey Ezequías hasta el período Hasmoneo en el siglo II AEC. Las excavaciones, dirigidas conjuntamente por el Prof. Oded Lipschits y el Dr. Yuval Gadot de la Universidad de Tel Aviv y el Prof. Manfred Oeming de la Universidad de Heidelberg, revelaron que el jardín tuvo una hermosa -y estratégica- vista, pero carecía de su propia fuente de agua. Así, los antiguos arquitectos paisajistas tuvieron que construir canales y estanques para recoger el agua de lluvia para riego. 
Los arqueólogos descubrieron que sus diseñadores quitaron el suelo duro original y lo reemplazaron con un suelo de jardín adecuado. Pero hasta hace poco, no tenían idea de lo que se cultivaba allí.
El profesor Lipschits reflexionó que si los yeseros habían trabajado en las paredes del jardín en primavera, cuando las flores estaban floreciendo, las brisas habrían llevado el polen a las paredes, donde podría haberse incrustado el yeso. Una capa de yeso, al parecer del período persa (la época del retorno de los judíos del exilio de Babilonia en el 538 AEC) contenía el polen de especies ornamentales y árboles frutales, entre ellas el etrog (que viene del persa turung). El jardín en Ramat Rachel es también el primer lugar en el país que brindó evidencia del cultivo de mirto y sauce (dos de las cuatro especies utilizadas en Sucot).
Fotografia del Etrog
Los residuos de vino, y de hierbas usadas como aditivos, encontrados en las ruinas de una bodega de lo que fue un palacio de la Edad de Bronce, están aportando nuevos y reveladores datos sobre las prácticas vinícolas en Oriente Próximo y partes de la región mediterránea. 
                                                              Fotografia del Etrog
Se cree que la producción, la distribución y el consumo de vino tuvieron un importante papel en las vidas de quienes residieron en tierras mediterráneas y de Oriente Próximo durante la Edad de Bronce Media (1900-1600 aC), pero hay pocas evidencias arqueológicas directas sobre el papel del vino durante este período. En el transcurso de una excavación se encontraron 40 grandes tinajas en una sala localizada en la zona oeste del patio central de dicho palacio.
Entrada al Kibutz Ramat Rachel
El análisis de los residuos orgánicos, utilizando espectrometría de masas, reveló que todas las tinajas contenían compuestos químicos que indican la antigua presencia de vino. Los autores detectaron diferencias sutiles en los ingredientes o aditivos dentro de las tinajas, incluyendo miel, aceite de cedro y de ciertas plantas, resinas de algunos árboles, y posiblemente menta, mirto y canela. La detección de esos aditivos indica que los humanos de la época poseían un conocimiento sofisticado de las plantas y de las habilidades necesarias para producir bebidas complejas que mantenían un equilibrio idóneo entre conservación, sabor y psicoactividad. Los resultados ayudarán a conocer bastante mejor la viticultura de aquella época y zona .
Vista de las instalaciones del Kibutz y Hotel "Ramat Rachel" en la actualidad



- Descubren aldea judía de hace 2.300 años cerca de Jerusalén


Arqueólogos israelíes descubrieron una pequeña aldea de 2.300 años de antigüedad cerca de la carretera que conecta Tel Aviv con Jerusalén, y que arroja nuevos datos sobre la vida rural durante el período del Segundo Templo.
“El asentamiento rural estuvo ocupado durante aproximadamente dos siglos, informó la Dirección de Antigüedades de Israel.
La datación en el siglo III aC. lo sitúa en el período de dominio helenístico (dinastía Seléucida, descendientes de Alejandro Magno), en la etapa del Segundo Templo, en el que la religión judía sufrió muchas alteraciones, como la incipiente creación de sinagogas y el desarrollo de numerosas ortodoxias, a razón de la gran cantidad de influencias extranjeras, como la griega.
Descubierto durante la construcción de un nuevo gasoducto, el hallazgo se encuentra en las proximidades de la conocida como “Carretera Burma”, una empinada vía empleada en 1948 por el Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) para romper el asedio a Jerusalén durante la primera guerra árabe-israelí.
El nuevo yacimiento se extiende por una superficie de 750 metros cuadrados, en la que ha aflorado el trazado de varias casas de piedra conectadas por pequeños corredores.
Cada casa, que probablemente albergara en su día a toda una familia, consiste en varias habitaciones y un patio abierto.
“Las habitaciones servían generalmente como zona residencial y para almacenar alimentos, mientras que las tareas domésticas eran realizadas en el exterior”, explicó Irina Zilberbod, a cargo de las excavaciones.
Por el momento, los expertos desconocen el nombre del lugar, que está a unos 280 metros de altura sobre el nivel del mar, tiene una soberbia vista panorámica y debió estar rodeado de cultivos de orquídeas y viñedos, según la costumbre de la época.
Los restos encontrados prueban que la aldea tuvo su momento de mayor florecimiento en el período helenístico (siglo III a.C.), cuando el reino de Judea quedó sometido al imperio seléucida a la muerte de Alejandro Magno.
Pero no sólo es importante el sitio en sí, sino la gran variedad de material arqueológico de él extraído, de muy diversas épocas dado que estuvo poblado durante unos 200 años, como moliendas de basalto y caliza, herramientas domésticas para moler, utensilios de cocina, jarras y vasijas para el agua y el aceite, lámparas e incluso sesenta monedas pertenecientes al reinado seleúcida de Antíoco III (223–187 aC.) y del asmoneo Alejandro Janneo (103 aC.–76 a.C.).
Sin embargo, fue abandonada durante la dinastía asmonea, que había expulsado a los griegos en el siglo II a.C. Por el momento se desconoce por qué fue abandonada, pero el veterano arqueólogo Yuval Baruj, explica que “se trata de un fenómeno conocido” en la vida rural del siglo I aC.
“Puede estar relacionado con los imponentes proyectos de construcción de Herodes en Jerusalén, en particular el del Monte del Templo, y la masiva emigración de aldeanos hacia la capital (del reino) para trabajar en esos proyectos”, agregó.
Entre los muros de las viviendas se han hallado cuantiosos restos de cerámica y monedas que se remontan a los reinados del seléucida Antíoco III y el asmoneo Alejandro Janneo.
Por su particular belleza, la Dirección de Antigüedades ha llegado a un acuerdo con la empresa nacional de gas para alterar el itinerario del gasoducto, de forma que la aldea pueda ser preservada como lugar turístico.



- Prueba arqueológica de la ciudad de Belen


El pequeño sello de 2.700 años de antigüedad descubierto que lleva el nombre de Belén y podría probar que el lugar de nacimiento de Jesús era la bulliciosa ciudad comercial descrita en el Antiguo Testamento.
Por primera vez en la historia de la arqueología, fue hallada una prueba concreta de la existencia de la ciudad de Belén en la antigüedad. Tras tener referencias de Belén en la época bíblica únicamente a través de las citas aparecidas en el texto mismo de la Biblia en las que se menciona a la ciudad, un sello de cerámica hallado por arqueólogos israelíes, muestra claramente, en letras de hebreo antiguo, el nombre de Belén.
Se trata de un sello utilizado en la época del Primer Templo (siglos VII , VIII aC. y quizás inclusive antes) como parte del sistema administrativo fiscal del Reino de Judea, al parecer para cerrar y proteger envíos especiales hasta que lleguen a destino .En algún momento en la época del Primer Templo, alguien hizo un envío desde Belén , dirigido al Rey en Jerusalén. Cabe suponer que era algo destinado a ingresar al fisco del Rey, dado que Belén era parte del Reino de Judea. El sello, también conocido como 'bulla fiscal', probablemente se usó para sellar un documento administrativo de impuestos, enviado desde Belén a Jerusalén, la sede del poder judío en ese momento.
Eli Shukron dijo que el sello, de 0.59 pulgadas (1.5 cm) de diámetro, se remonta al período del primer templo bíblico judío, entre el siglo VIII y el siglo VII aC, en un momento en que reyes judíos reinaron sobre el antiguo reino de Judá y 700 años antes de que Jesús naciera El sello fue escrito en escritura hebrea antigua de la misma época. La cerámica encontrada cerca también data de la misma época, dijo.
La inscripción en el sello es clara. Hay tres líneas evidentes en el sello, que dicen las palabras hebreas BiShvat (o sea, en el mes de Shvat, del calendario hebreo), luego, con todas las letras Beit Lehem, que significa Belén, y finalmente LaMelej (o sea, para el rey, faltando sólo la última letra de la palabra “melej”).
El sello en cuestión, de tan sólo 1.5 cm de ancho, es pequeño, pero su significado, a ojos del arqueólogo Eli Shukrun, es enorme. Shukrun encabeza desde 1995 las excavaciones en la Ciudad de David en el casco antiguo de Jerusalén, como profesional de la Autoridad de Antiguedades de Israel, y en ese marco se ha topado con no pocos hallazgos de importancia. Pero no por eso deja de emocionarse. “Por supuesto que uno se emociona. No es algo que uno encuentra todos los días. Es algo de alto significado histórico y para mi es un gran motivo de emoción”, dice a este diario.
Eli Shukrun destaca el significado de Belén para el mundo todo y señala que cuando algo sirve como primera prueba arqueológica, eso ya le da gran importancia. Solo hay unos 40 sellos de este tipo del tiempo del Primer Templo judío, dijo Achituv, haciendo de esto un hallazgo significativo, tanto porque dichos sellos son raros, y porque este es el primero en mencionar a Belén.
“Esto es  la primera prueba de la existencia de Belén en aquellos tiempos, fuera de las citas bíblicas. Hasta ahora teníamos sólo citas de la Biblia, menciones en los libros de Josué, Samuel I y otros, ya que Belén está mencionada en la Biblia algo más de 40 veces”, recalca. “Pero nunca habíamos llegado a un objeto palpable  que pudiera confirmarnos la existencia de Belén en los tiempos del Primer Templo. Y acá tenemos el sello, en el que se ve claramente las letras que dicen “Beit Lejem”, o sea Belén en hebreo, claro, exacto, sin lugar a interpretaciones.”
Este ya experto arqueólogo recalca que “es la primera vez que el nombre de Belén aparece fuera de la Biblia en una inscripción del período del Primer Templo, lo cual demuestra que Belén era en efecto una ciudad en el Reino de Judea  y posiblemente ya antes de ello”.
La primera mención de Belén en el texto bíblico aparece en el libro de Génesis , en el versículo que dice “en el camino de Efrata, que es Belén” (Génesis 35: 19), en referencia al l camino en el que murió Rajel (Raquel) .Luego hay referencia explícita a su sepultura :”La sepulté allí, en el camino de Efrata, que es Belén”(Génesis 48:7). Justamente, en las inmediaciones de la ciudad de Belén, se halla el santuario judío “la Tumba de Raquel”. Y más adelante, pasada Belén, está el hoy asentamiento israelí de Efrat..
El mundo todo, al oir sobre Belén, pensará seguramente en la Ciudad de Jesús. Shukrun recalca que eso ya justifica lo histórico del hallazgo, pero recuerda también otra dimensión de su significado, anterior a su nacimiento.
“La familia del Rey David, hijo de Isai, es de Belén. Parece que él mismo nació en Belén y allí lo ungieron como rey”, destaca.
Recuerda que también las figuras bíblicas de Ruth y Boaz anduvieron, según está escrito, “por los campos de Belén”..y que ellos son antepasados directos del Rey David. Según la Biblia, el Mesías, cuando llegue, sería de la familia de David.


- Antiguas monedas encontradas en el Monte del Templo en Jerusalén


Cinco monedas antiguas excepcionalmente raras de entre las primeras acuñadas por judíos fueron descubiertas en el Monte del Templo, evidencia de la actividad judía en el sitio. Monedas, acuñadas por la provincia autónoma judía del Primer Imperio Persa a finales del siglo IV aC, atestiguaban la existencia de vida comercial y administrativa en los alrededores del Monte del Templo; "Estas fueron las primeras monedas acuñadas por los judíos", dice el codirector del proyecto, agregando que los peregrinos convertirían sus diezmos en estas monedas.
Las monedas estaban inscritas con las letras "YHD", o Yehud, el nombre arameo de la provincia de Yehud del Primer Imperio Persa, más o menos equivalente al antiguo reino bíblico de Judá. Están fechados a finales del siglo IV a.
Según uno de los codirectores del proyecto, Zachi Dvira, solo se han encontrado otras cinco monedas de este tipo en los 150 años de excavación arqueológica en sitios antiguos de Jerusalén.
Dvira notó que los peregrinos judíos traerían ofrendas de los primeros frutos de la temporada al Templo alrededor del tiempo de las vacaciones de Shavuot, y que a menudo convertirían su valor en plata en los días del Segundo Templo.
También señaló que el Templo era un centro de comercio y administración pública, por lo que es un sitio excelente para encontrar monedas.
Las monedas pequeñas, tres en condiciones prístinas y dos con signos de desgaste, fueron descubiertas como parte del Temple Mount Sifting Project, una iniciativa arqueológica iniciada para tamizar miles de toneladas de tierra excavadas ilegalmente y arrojadas en el valle de Kidron por los islámicos. Waqf en 1999. Las excavaciones de Waqf pusieron en peligro la integridad arqueológica del Monte del Templo y provocaron indignación en Israel, lo que llevó a sugerir que el Waqf estaba intentando intencionadamente erradicar la evidencia de dos templos judíos que permanecieron en el Monte durante más de 800 años.
El proyecto de tamizado, que ha operado desde 2004 en el Parque Nacional Emek Tzurim, tiene como objetivo rescatar objetos religiosos e históricos de los escombros, así como educar al público sobre la veracidad de la historia judía en el Monte del Templo.
"Estas fueron las primeras monedas acuñadas por los judíos", dijo Dvira: "Expresan el regreso del pueblo a su tierra después del exilio babilónico, y su capacidad para mantener y mantener relaciones diplomáticas con el imperio gobernante, entonces en Persia, similar a nuestras relaciones con los Estados Unidos hoy en día".
El hecho de que cinco de esas monedas se encontraron en el Monte del Templo nos instruye, dijo Dvira, sobre la “vida administrativa que ocurría en el Templo y en su Monte”.
Añadió que las monedas podrían haber sido acuñadas incluso en el Monte del Templo, ya que “todas las instituciones del gobierno estaban cerca del Monte del Templo”.
Los peregrinos, explicó Dvira, trajeron los primeros frutos de la temporada al Templo comenzando alrededor de la época del festival judío de Shavuot, y también traían diezmos, donaciones y otros regalos. El versículo bíblico dice que estos podrían ser convertidos por plata, o moneda en los días del Segundo Templo. “Esta puede ser la razón por la cual cuando comenzaron a usarse monedas en Judá, la plata era el metal más utilizado”, añadió Dvira.
Las monedas encontradas están hechas del metal precioso de plata, son diminutas en tamaño, con un diámetro de solo siete milímetros.
El diseño de las monedas guardaba un sorprendente parecido con la moneda más extendida del mundo antiguo -el obol ateniense- y no por casualidad, ya que los mineros judíos copiaron el símbolo de la lechuza, un animal impuro en el judaísmo que era sinónimo de la ciudad-estado griega.
 Sin embargo, los jerosolimitanos sí cambiaron la escritura de la moneda, desde la inscripción griega de ΑΘΕ, que simboliza Atenas, hasta las letras YHD en escritura hebrea antigua, que representa a Yehud Medinata, o provincia autónoma.
“Jerusalén era la capital de Yehud Medinata en ese momento”, explicó Dvira. “Estas monedas raras reflejan el comienzo de la transición en la región del comercio que utiliza bienes y metales preciosos, como el oro y la plata, para comerciar utilizando monedas controladas por el gobierno”. “A diferencia de hoy, el valor comercial de las monedas antiguas era igual al peso del metal utilizado en su acuñación. Sin embargo, de forma similar al mercado moderno, la escritura en la moneda atestiguaba el hecho de que fue acuñada bajo supervisión estatal”.
Y dijo:.“a lo largo de los 150 años de excavaciones arqueológicas en todos los sitios de la antigua Jerusalén, solo se encontraron cinco de estas monedas. Ahora hemos encontrado tres monedas enteras, junto con dos erosionadas, aparentemente de la misma serie,
Señaló que el Nuevo Shekel israelí también lleva las letras YHD, exactamente como aparecen en las monedas recién desenterradas.

Barkay y Dvira iniciaron el proyecto de tamizado en 2004, en el Parque Nacional Emek Tzurim. Hicieron un llamamiento a voluntarios de Israel y del extranjero para ayudar en el minucioso trabajo de filtración, y su proyecto ha llevado a descubrir objetos raros, incluido un sello del Primer Templo perteneciente a un sacerdote que sirvió como prueba de la existencia del Templo,
El Temple Mount Sifting Project ahora apunta a traer unidades de tamizado móvil de tierra del Monte del Templo a las escuelas y comunidades israelíes, permitiendo a los niños aprender sobre la historia judía en Jerusalén y participar ellos mismos en el tamizado.
Más de medio millón de artefactos han sido extraídos de los escombros hasta el momento por más de 200,000 participantes, incluidas 6,000 monedas antiguas.


- La piscina de Siloé del tiempo de Jesús

Los arqueólogos que trabajan en Jerusalén han descubierto los límites de los que ellos creen es el estanque de Siloé, de los tiempos de Jesús (ver evangelio de Juan, cap 9)
Los trabajadores que reparaban una tubería de aguas residuales en la Ciudad Vieja de Jerusalén descubrieron el estanque bíblico de Siloé, un depósito de agua dulce que era un importante lugar de reunión para judíos antiguos que realizaban peregrinajes religiosos a la ciudad santa y al Templo. Además fue el famoso lugar donde Jesús curó a un ciego de nacimiento, de acuerdo con el Evangelio de Juan.
La piscina de Siloé era un estanque al que iba a parar el agua que se obtenía del manantial de Gihón, en el valle del Cedrón, en la parte norte de Jerusalén, llamado “la ciudad de David”, desde donde en el s. VIII aC, el rey judío Ezequías, ante la expectativa más que probable de que el rey asirio Senaquerib sitiara Jerusalén, decidió construir un túnel para llevar sus aguas a la parte sur de la ciudad y almacenarlas ahí. El túnel fue iniciado al mismo tiempo desde cada uno de sus extremos, consiguiendo sus constructores encontrarse en un punto intermedio mediante un sistema que nos es desconocido. Un encuentro que quedó inmortalizado mediante una placa conmemorativa que todavía hoy se puede ver en el Museo de Estambul.
Destruida la primitiva piscina de Siloé, posteriormente, por Nabucodonosor, cuando éste tomó definitivamente la ciudad dando inicio al conocido como el exilio de Babilonia, habría sido reconstruida sobre el s I aC, es decir, poco antes del nacimiento de Jesús.
No es por ello, tampoco, casual, que sea justamente el profeta Isaías, que lo fue en tiempos del Rey Ezequias, el que recoja esta alusión a las aguas de Siloé, donde dice: “Porque ha rehusado ese pueblo las aguas de Siloé que fluyen mansamente y se ha desmoralizado ante Rasón y el hijo de Romelías, por lo mismo, he aquí que el Señor hace subir contra ellos las aguas del río embravecidas y copiosas” (Is. 8, 5-6).
Y la famosa piscina de Siloé no sólo existe, sino que fue descubierta en Jerusalén a 400-600 metros de “la otra” piscina de Siloé, la que construyera en el s. V la Emperatriz Eudocia de Bizancio.
La tradicionalmente llamada "piscina de Siloé de la época Bizantina"
La piscina de Siloé se alimentaba por el agua del manantial de Gihon y es "un tema mucho más importante" de lo que los arqueólogos creían anteriormente, ya que tiene tres gradas de escaleras de piedra que permiten un fácil acceso al agua, dijo Hershel Shanks, editor de la Revista de Arqueología Bíblica, que informó del encuentro.
"Los eruditos habían dicho que no existía un estanque de Siloé y que Juan estaba usando una presunción religiosa" para ilustrar un punto de discusión teológica, dijo el erudito del Nuevo Testamento James H. Charlesworth del Seminario Teológico de Princeton. "Ahora hemos encontrado el estanque de Siloé exactamente donde Juan dijo que estaba".
Se ha demostrado que un evangelio que se pensaba que era "pura teología" se basaba en la historia ", dijo.
La ley religiosa exigía que los judíos antiguos hicieran una peregrinación a Jerusalén al menos una vez al año, dijo el arqueólogo Ronny Reich de la Universidad de Haifa, quien excavó la piscina. "Jesús fue simplemente otro peregrino que vino a Jerusalén", dijo. "Sería natural encontrarlo allí".

Esta primitiva piscina fue construida en el siglo VIII aC por el rey de Judá Ezequías, que previó la posibilidad de que los asirios sitiaran Jerusalén y supieran que se necesitaría un suministro de agua seguro para sobrevivir al ataque.
Ordenó a los trabajadores que construyeran un túnel de 1.750 pies de largo bajo la cresta donde se encontraba la ciudad de David. El túnel conectaba el manantial llamado “Gihon” situado en el adyacente Valle del Cedrón en el lado de Jerusalén menos vulnerable a un ataque. El primer estanque de Siloé era el embalse que contenía el agua traída a la ciudad. Fue presumiblemente destruido en 586 aC cuando el rey babilónico Nabucodonosor cuando arrasó la ciudad santa.
El conjunto de la piscina de Siloé del tiempo de Jesús se construyó a principios del siglo I aC. y fue destruido por el futuro emperador romano Tito alrededor del año 70 dC.
El conjunto fue descubierto por un equipo de reparación que excavaba una línea de alcantarillado dañado el otoño pasado bajo la supervisión de Eli Shukron de la Autoridad de Antigüedades de Israel. Tan pronto como Shukron vio dos pasos descubiertos, detuvo el trabajo y llamó a Reich, que estaba excavando en la fuente de Gihon.
Cuando vieron los pasos, Shukron dijo, "estábamos 100% seguros de que era el estanque de Siloam". Con el invierno acercándose, los dos hombres tuvieron que apresurar su excavación para que la alcantarilla pudiera repararse antes de la temporada de lluvias.
Cuando comenzaron a cavar, descubrieron tres grupos de cinco escalones separados por estrechos descansos. La piscina tenía unos 225 pies de largo, y desenterraron escalones en tres lados.
Todavía no saben qué tan ancho y cuán profundo era el estanque porque no han terminado la excavación. El cuarto lado se encuentra bajo un exuberante jardín - lleno de higos, granadas, coles y otras frutas - detrás de una iglesia ortodoxa griega, y el equipo aún no ha recibido permiso para cortar una zanja a través del jardín.
"Necesitamos saber qué tan grande es", dijo Charlesworth. "Este puede ser el miqveh [baño ritual] más significativo y más grande jamás encontrado".
Los arqueólogos han podido fechar el conjunto de Siloé con bastante precisión debido a dos hechos afortunados: encontraron unas monedas únicas en el área de la piscina.
Se deduce que cuando los antiguos obreros que construyeron la piscina estaban enyesando los escalones antes de enfrentarlos con piedras, accidentalmente o deliberadamente enterraron cuatro monedas en el yeso. Las cuatro son monedas de Alejandro Janeo, un rey judío que gobernó Jerusalén del 103 al 76 antes de Cristo. Eso proporciona la fecha más temprana de la construcción del conjunto de Siloé.
De manera similar, en el suelo en un rincón del estanque, encontraron alrededor de una docena de monedas que datan del período de la Primera Revuelta Judía contra Roma, que duró desde el 66 al 70 dC. Eso indica que el estanque había comenzado a ser llenado de barro en este tiempo. Debido a que el estanque se encuentra en uno de los lugares más bajos de Jerusalén, las lluvias que fluyen por el valle depositan barro en él cada invierno. Ya no estaba siendo limpiado, por lo que la piscina se llenó rápidamente de suciedad y desapareció, dijo Shanks.

La historia de Jesús y el hombre ciego, como se dice en Juan, es bien conocida. Jesús huía del Templo para escapar de los sacerdotes o de una multitud enojada cuando se encontraba con el hombre. Sus discípulos le preguntaron a Jesús quién había pecado, el hombre o sus padres, para hacer que naciera ciego.
Jesús dijo que ninguno había pecado, sino que el hombre había nacido ciego para que la obra de Dios se revelaría en él. Con eso, escupió en el polvo para hacer barro, que frotó en los ojos del hombre antes de decirle que se lave en el estanque de Siloé. Cuando el hombre lo hizo, pudo ver.


- las baldosas del suelo del Templo de Jerusalén



Fragmentos del suelo del Templo de Jerusalén en el que Jesús caminó han sido restaurados a su condición original.

Los arqueólogos israelíes han restaurado fragmentos de baldosas que, según creen, originalmente se encontraban en el Segundo Templo de Jerusalén. El Templo fue destruido en el año 70 DC, con sus ruinas ahora conocidas como el Monte del Templo.

El Dr. Barkay revela los patrones de Opus Sectile del piso reconstruido a partir de Sifting Project
Para Gabriel Barkay, un arqueólogo que ha excavado en Jerusalén durante más de 50 años, la restauración es profundamente significativa. 
En declaraciones a Media Line, dijo: "Es muy conmovedor para mí darme cuenta de que estos son los pisos reales sobre los que caminaron y sacrificaron nuestros antepasados, ya que estuvieron activos en el Monte del Templo hace 2.000 años".
Los mosaicos reconstruidos son parte del proyecto de tamizado del Monte del Templo, un esfuerzo israelí que comenzó en 2005. La iniciativa comenzó después de que el Waqf musulmán, un fideicomiso religioso que controla el sitio sagrado, sacó 400 camiones de tierra saturada de artefactos del sitio sagrado para la expansión de la mezquita cercana. 
La extracción del suelo fue una oportunidad para excavar un sitio previamente intacto debido a la sensibilidad que rodea el sitio.
Los descubrimientos que se descubrieron han dado lugar a un nivel de investigación arqueológica sin precedentes. Desde que comenzó, 200,000 personas han participado en el proyecto, y hay medio millón de objetos que aún requieren investigación.
En cuanto a la restauración del piso del templo, se han descubierto unos 600 segmentos de baldosas de piedra de colores, más de 100 de los cuales datan del período del Segundo Templo de Herodes.
Frankie Snyder, un experto en suelos antiguos de estilo herodiano, dijo: "No esperábamos algo como esto. Estas son las baldosas donde caminaron los peregrinos que vinieron a Jerusalén para las grandes Fiestas. 
Estas son las baldosas por las que Jesús caminó. Me encanta que tenga esta parte de la historia en mi mano".
Un voluntario en el sitio dijo: "El trabajo aquí le da una idea de lo que sucedió en el Monte del Templo y quién estuvo allí. Es la mejor búsqueda del tesoro en el mundo".
Estrella en mosaico del Segundo Templo de Herodes. Los arqueólogos restauran el piso de azulejos en el Monte del Templo de Jerusalén.