- Prueba arqueológica de la ciudad de Belen


El pequeño sello de 2.700 años de antigüedad descubierto que lleva el nombre de Belén y podría probar que el lugar de nacimiento de Jesús era la bulliciosa ciudad comercial descrita en el Antiguo Testamento.
Por primera vez en la historia de la arqueología, fue hallada una prueba concreta de la existencia de la ciudad de Belén en la antigüedad. Tras tener referencias de Belén en la época bíblica únicamente a través de las citas aparecidas en el texto mismo de la Biblia en las que se menciona a la ciudad, un sello de cerámica hallado por arqueólogos israelíes, muestra claramente, en letras de hebreo antiguo, el nombre de Belén.
Se trata de un sello utilizado en la época del Primer Templo (siglos VII , VIII aC. y quizás inclusive antes) como parte del sistema administrativo fiscal del Reino de Judea, al parecer para cerrar y proteger envíos especiales hasta que lleguen a destino .En algún momento en la época del Primer Templo, alguien hizo un envío desde Belén , dirigido al Rey en Jerusalén. Cabe suponer que era algo destinado a ingresar al fisco del Rey, dado que Belén era parte del Reino de Judea. El sello, también conocido como 'bulla fiscal', probablemente se usó para sellar un documento administrativo de impuestos, enviado desde Belén a Jerusalén, la sede del poder judío en ese momento.
Eli Shukron dijo que el sello, de 0.59 pulgadas (1.5 cm) de diámetro, se remonta al período del primer templo bíblico judío, entre el siglo VIII y el siglo VII aC, en un momento en que reyes judíos reinaron sobre el antiguo reino de Judá y 700 años antes de que Jesús naciera El sello fue escrito en escritura hebrea antigua de la misma época. La cerámica encontrada cerca también data de la misma época, dijo.
La inscripción en el sello es clara. Hay tres líneas evidentes en el sello, que dicen las palabras hebreas BiShvat (o sea, en el mes de Shvat, del calendario hebreo), luego, con todas las letras Beit Lehem, que significa Belén, y finalmente LaMelej (o sea, para el rey, faltando sólo la última letra de la palabra “melej”).
El sello en cuestión, de tan sólo 1.5 cm de ancho, es pequeño, pero su significado, a ojos del arqueólogo Eli Shukrun, es enorme. Shukrun encabeza desde 1995 las excavaciones en la Ciudad de David en el casco antiguo de Jerusalén, como profesional de la Autoridad de Antiguedades de Israel, y en ese marco se ha topado con no pocos hallazgos de importancia. Pero no por eso deja de emocionarse. “Por supuesto que uno se emociona. No es algo que uno encuentra todos los días. Es algo de alto significado histórico y para mi es un gran motivo de emoción”, dice a este diario.
Eli Shukrun destaca el significado de Belén para el mundo todo y señala que cuando algo sirve como primera prueba arqueológica, eso ya le da gran importancia. Solo hay unos 40 sellos de este tipo del tiempo del Primer Templo judío, dijo Achituv, haciendo de esto un hallazgo significativo, tanto porque dichos sellos son raros, y porque este es el primero en mencionar a Belén.
“Esto es  la primera prueba de la existencia de Belén en aquellos tiempos, fuera de las citas bíblicas. Hasta ahora teníamos sólo citas de la Biblia, menciones en los libros de Josué, Samuel I y otros, ya que Belén está mencionada en la Biblia algo más de 40 veces”, recalca. “Pero nunca habíamos llegado a un objeto palpable  que pudiera confirmarnos la existencia de Belén en los tiempos del Primer Templo. Y acá tenemos el sello, en el que se ve claramente las letras que dicen “Beit Lejem”, o sea Belén en hebreo, claro, exacto, sin lugar a interpretaciones.”
Este ya experto arqueólogo recalca que “es la primera vez que el nombre de Belén aparece fuera de la Biblia en una inscripción del período del Primer Templo, lo cual demuestra que Belén era en efecto una ciudad en el Reino de Judea  y posiblemente ya antes de ello”.
La primera mención de Belén en el texto bíblico aparece en el libro de Génesis , en el versículo que dice “en el camino de Efrata, que es Belén” (Génesis 35: 19), en referencia al l camino en el que murió Rajel (Raquel) .Luego hay referencia explícita a su sepultura :”La sepulté allí, en el camino de Efrata, que es Belén”(Génesis 48:7). Justamente, en las inmediaciones de la ciudad de Belén, se halla el santuario judío “la Tumba de Raquel”. Y más adelante, pasada Belén, está el hoy asentamiento israelí de Efrat..
El mundo todo, al oir sobre Belén, pensará seguramente en la Ciudad de Jesús. Shukrun recalca que eso ya justifica lo histórico del hallazgo, pero recuerda también otra dimensión de su significado, anterior a su nacimiento.
“La familia del Rey David, hijo de Isai, es de Belén. Parece que él mismo nació en Belén y allí lo ungieron como rey”, destaca.
Recuerda que también las figuras bíblicas de Ruth y Boaz anduvieron, según está escrito, “por los campos de Belén”..y que ellos son antepasados directos del Rey David. Según la Biblia, el Mesías, cuando llegue, sería de la familia de David.