Arqueólogos israelíes han descubierto durante unas
excavaciones junto al Monte del Templo, en Jerusalén, un sello en el que está
inscrito el nombre del bíblico rey Ezequías, rey
de Judá que gobernó alrededor del año 700 antes de Cristo.
El rey Ezequías, hijo de Acaz, fue descrito en la Biblia
como un monarca audaz: «No había nadie como él entre todos los reyes de Judá, ni antes de él o
después de él» (II
Reyes 18: 5).
La inscripción en hebreo antiguo señala: «Pertenece
a Ezequías [hijo de] Acaz, rey de Judá» y además cuenta con un elemento gráfico: un sol de dos
alas, con alas de vuelta hacia abajo, flanqueado por dos ankh, símbolos
egipcios que simbolizan la vida.
Con unas dimensiones
de 9,7 x 8,6 mm, la impresión ovalada fue hecha sobre una bulla (un pedazo de
arcilla inscrita) de 3 mm de grosor y con unas medidas adicionales de 13 x 12
mm. Alrededor de la impresión, se halla la depresión dejada por el marco del
anillo en el que se encontraba situado el sello.
El
objeto, de un centímetro de largo, está decorado con motivos de estilo egipcio:
un disco solar y un ankh, símbolo de la vida. Iconografía de este tipo aparece
en otros sellos contemporáneos del antiguo Oriente Próximo. “Los antiguos
judíos utilizaban el disco solar para referirse al Todopoderoso y sus alas
arqueadas pueden denotar una expresión de Ezequías: Mi poder es gracias a la
protección de Dios”, explicó Eilat Mazar del Instituto de Arqueología de la
Universidad Hebrea de Jerusalén..
Eliat Mazar, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, con la marca del sello
Ezequías
fue el rey gobernador del reino de Judá alrededor de los años 715 y 698 antes de
Cristo.
Durante su reinado, Judá fue invadido por el Imperio Asirio y la
capital, Jerusalén, fue asediada por el Ejército del rey Senaquerib. Su
historia está narrada en el 2º Libro de los Reyes, donde se le describe como un
rey fiel a Dios. “Ezequías puso su confianza en el Señor, Dios de Israel. No
hubo otro como él entre todos los reyes de Judá, ni antes ni después. Se
mantuvo fiel al Señor y no se apartó de él, sino que cumplió los mandamientos
que el Señor había dado a Moisés”, cuenta el texto bíblico.
“Aunque ya se conocen
sellos impresos con el nombre del rey Ezequías, aparecidos en mercados de
antigüedades, desde mediados de la década de los 90, algunos con un símbolo del
escarabajo alado y otros con el sol alado, ésta es la primera vez que el sello
impreso de un rey israelita o de Judá sale a la luz en una excavación
arqueológica científica”, dijo Mazar.. Alrededor de la impresión puede
apreciarse la rugosidad que dejaron los bordes del anillo en el que estaba
montado el sello. Originalmente, la bula sellaba
un documento escrito en un papiro enrollado y atado con un cordel delgado que
dejó marcas al reverso del sello.
La
bulla del rey Ezequias
La bulla se utilizaba para sellar un rollo de
papiro y
la impresión de las fibras que se preservó en su anverso sugiere que el sello
cerró un documento firmado por el propio rey. La parte de atrás de la pieza de
barro tenía marcas de cuerdas finas que se utilizaron para atar un documento de
papiro.
La bulla selló originalmente un documento escrito sobre un
papiro enrollado y atado con cordones delgados, que dejaron su marca en el
reverso de la bulla.
Esta apareció, junto con muchos fragmentos de cerámica y
otros objetos antiguos, como figuritas y sellos, en el Área A de la zona de las
excavaciones (temporada de 2009), durante la labor de campo supervisada por
Hagai Cohen-Klonymus.
La inscripción fue encontrada en una excavación al pie de
la parte sur de la muralla que rodea la ciudad vieja de Jerusalén,
en un vertedero de basuras que posteriormente pasó a ser almacén y
probablemente fue arrojado desde un edificio real adyacente, según Mazar.
En un primer momento fue catalogada y colocada en un
armario, después de que una primera inspección no logrará establecer su
identidad. Cinco años más tarde, un miembro del equipo volvió a analizarla con
una lupa y apreció unos puntos que ayudaron a separar las palabras, viendo así
con claridad su significado
Durante el reinado de Ezequías (727-698 aC), Judá fue invadido por el
ascendente Imperio Asirio y la capital, Jerusalén, fue sitiada por el ejército
del rey Senaquerib. Aun siendo después vasallo de Asiria, mantuvo con éxito la posición independiente de
Judea y su capital Jerusalén, que mejoró económicamente, religiosamente, y
diplomáticamente durante su mandato. Los símbolos en la impresión del sello
sugieren que se hicieron al final de su vida ya que según los expertos de la
Universidad Hebrea, reflejan la influencia asiria y el deseo de Ezequías de
enfatizar su soberanía política y la conciencia profunda del rey del poderoso
patrocinio dado a su reinado por el Dios de Israel. Y dijo Mazar. «Aquí tenemos
la oportunidad de llegar lo más cerca posible de la persona misma, al mismo
rey».